martes, 20 de abril de 2010

La ley contra el alcohol no es una prioridad para los partidos

Los partidos políticos se han reunido con la Fundación Alcohol y Sociedad. Durante el encuentro no han planteado la necesidad de elaborar una ley específica y han propuesto aumentar la prevención, tal y como se ha previsto desde el Ministerio de Sanidad.

Los miembros de las comisiones de Sanidad, Política Social y Consumo del Congreso de los Diputados y el Senado han celebrado un almuerzo con la Fundación Alcohol y Sociedad, creada hace diez años por la Federación Española de Bebidas Espirituosas, en la que no se ha puesto sobre la mesa la necesidad de crear una legislación para hacer frente de forma específica al consumo abusivo y compulsivo de alcohol en la población juvenil, pero sí se ha destacado la importancia de aumentar la prevención regulando la publicidad de forma más clara y favoreciendo la transparencia sobre la graduación de los licores por parte de los fabricantes.


Son planteamientos similares a los presentados por Conxita Tarruella, portavoz de Sanidad de Convergencia y Unión (CiU), en la Cámara Baja hace un mes con una moción en la que solicitaba "medidas concretas que cuenten con la financiación suficiente para retrasar la edad de inicio y evitar los atracones de alcohol que en ocasiones se dan los jóvenes españoles" (ver DM del 12-III-2010).

La propuesta, en la línea del compromiso adquirido desde el Ministerio de Sanidad y Política Social (ver DM del 12-II-2010), fue respaldada por todos los grupos parlamentarios después de que el Partido Socialista introdujera una enmienda transaccional que insta al Gobierno a "desarrollar programas de prevención del consumo por menores de edad, incentivando la educación para la salud y la promoción de hábitos de vida saludables con las comunidades autónomas y todos los agentes implicados".

El apoyo brindado entonces por todos los partidos a esta iniciativa se mantuvo durante la reunión entre políticos y empresarios, en la que Pedro Villagrán, portavoz de Sanidad del PSOE en la Cámara Alta, comentó que "es necesario conocer en mayor medida la incidencia del consumo de alcohol en la población juvenil y favorecer la prevención aportando una información más clara sobre el alcohol".

Mario Mingo, portavoz del Partido Popular en el Congreso, considera que la prioridad es discernir entre "el alimento que suponen la cerveza y el vino mientras se consumen de forma moderada y la droga en la que se convierten cuando se ingieren de forma abusiva". Evitar la adicción requiere "más educación en prevención", teniendo en cuenta "tanto la vertiente sanitaria como la social de las bebidas alcohólicas" y la importancia de "ofrecer el tratamiento más adecuado para favorecer la deshabituación y la rehabilitación de los pacientes crónicos".

Por su parte, Nuria Aleixandre, portavoz de Sanidad de CiU en el Senado, opina que es necesario hacer un tratamiento separado de las bebidas, "pues no es lo mismo tomar un vaso de vino en la comida que realizar un consumo impulsivo" y considera que la mejor solución a la ingesta compulsiva que practican los jóvenes es "aumentar la educación y la promoción de hábitos saludables".

Fuera de las prioridades
Con todo, y a pesar de que sociedades científicas como la Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y otras Toxicomanías (Socidrogalcohol) se muestran partidarias de poner en marcha una normativa en este sentido (ver DM del 2-III-2010), la creación de una norma para hacer frente de forma específica al consumo desmesurado de bebidas alcohólicas por parte de los adolescentes no parece estar entre las prioridades de los partidos políticos.


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