El combate contra el consumo de drogas debe ser replanteado por los distintos Gobiernos latinoamericanos a fin de disminuir el aumento de la demanda y sus efectos colaterales negativos, coincidieron hoy en Madrid distintos especialistas.
Durante las Jornadas Drogas y Desarrollo, organizadas en la Casa de América por la Comunidad de Madrid y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), expertos en la materia analizaron el impacto social de la oferta, el consumo y las políticas sobre los estupefacientes, cuyo tráfico se acompaña de otras actividades ilícitas y de violencia.
En una entrevista con Efe, la jueza penal argentina Patricia Llerena señaló que durante la "guerra contra las drogas" emprendida por las autoridades de América Latina se generó un aumento de la producción, tráfico y consumo de estas sustancias.
La integrante de la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia indicó que esta lucha se ha enfocado en los consumidores y pequeños distribuidores, mientras que hay pocos "peces gordos" sometidos a proceso judicial y los grandes cargamentos siguen pasando de un país a otro.
Propuso como solución actual una política de "reducción de daños", que abarca una lucha en distintos frentes, con una mayor prevención, la recuperación sanitaria de los dependientes, información disponible para los usuarios, y un diálogo entre las naciones involucradas para quebrar el tabú de hablar del tema.
Carlos Arturo Carvajal, asesor de la Oficina de Naciones Unidas sobre Drogas y Delito, aseguró que existe una estigmatización hacia los países que tradicionalmente cuentan con plantaciones de materias primas de la droga.
"De una parte se tiende a ver como países productores a los que tienen mayor presencia de cultivos de coca, amapola o heroína, pero el gran equívoco es que todos los países son en mayor o menor medida productores y consumidores", afirmó el también psicólogo colombiano.
Reveló que el coste de producción de estupefacientes es inferior al 2 por ciento del valor del mercado, que es la ganancia de los productores, por lo que la mayor cantidad de las utilidades se queda en las redes de distribución de los países consumidores.
De acuerdo a esta entidad de la ONU, el mercado regional más grande para las drogas ilícitas es Estados Unidos y Canadá, con el 44 por ciento de las ventas de droga, seguido por Europa con un 33 por ciento.
La directora ejecutiva de la asociación colombiana Corporación Caminos, Clara Inés Londoño, señaló que el narcotráfico debilita el tejido social al dañar la educación y los valores de la población con su cultura de generación de dinero rápido.
martes, 24 de noviembre de 2009
Expertos apuestan por cambio de enfoque en lucha contra el consumo de drogas
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