miércoles, 17 de marzo de 2010

El consumo de drogas se inicia a los 12 años

Según el Consep, los jóvenes consumen primero tabaco, alcohol y marihuana. Un estudio se aplicó a estudiantes de 12 a 17 años.
Los estudiantes consumen drogas en las propias instituciones educativas. Esa es una conclusión de la encuesta del Consejo Nacional de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), hecha el último año a 280 496 estudiantes de colegios privados, públicos y fisco-misionales del país.

El estudio, dirigido a jóvenes de 12 a 17 años, determinó que el consumo de drogas y alcohol se inicia a una edad más temprana: 12 años y medio. En 2005, cuando se hizo la última encuesta, se estableció que el consumo se iniciaba a los 13 años y medio.

280 496 estudiantes de 12 a 17 años fueron entrevistados por el Consep sobre el uso de estupefacientes.

Los resultados del último estudio determinaron que la droga más consumida es el alcohol, seguida por tabaco y marihuana, dentro de los centros de estudio.

“Cuando vemos estos resultados nos preguntamos qué pasa con los maestros e inspectores. Dónde están, por qué no controlan. Ellos tienen que saber que también son responsables del incremento del consumo de los jóvenes”, dice Ricardo Loor, director de Prevención del Consep.

En los colegios privados de hombres de Quito y Cuenca se consume mayormente marihuana. Y son los propios compañeros quienes se encargan de abastecer este mercado ilegal, dice Loor. “Se requiere de mayor prevención, que va desde los padres hasta los maestros y el Estado”, puntualiza.

La Dirección Nacional de Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) sostiene que ejecuta programas de apoyo y capacitación en los colegios del país.
“Nosotros no podemos entrar a los colegios y hacer requisas o incluso dar capacitaciones”, señala Mery Cózar, directora nacional de la Dinapen. “Pero cuando hemos llegado a acuerdos con las unidades educativas, hemos podido trabajar en prevención y ayuda a los jóvenes. No solo en drogas, sino también en abuso sexual, trata de jóvenes...”.

Además, dice, se realiza trabajo con los padres y comunidades, a través de la Policía Comunitaria. No obstante, Cózar al igual que Loor reconocen que aún falta mucho trabajo por hacer.

Una es proteger a quienes denuncian. Se creó la línea 1-800 drogas, que sirve para recibir datos de venta de estupefacientes y de consumo. Las quejas son anónimas, para salvaguardar la seguridad de las personas.

Además, el 4 de marzo se inaugurará el primer centro de recuperación y rehabilitación para adictos positivos. Este centro operará en Guayaquil y, por ahora, tendrá capacidad para 12 pacientes.

“En el centro trabajará un equipo completo de médicos, psicólogos, enfermeras, entre otros especialistas, que permitan ayudar a las personas que quieren recuperarse de este mal”, señala Domingo Paredes, director del Consep.

Además, se lanzó la campaña: ‘Hablemos claro’. El énfasis de la promoción es informar a los jóvenes que la droga es un problema, pero que son las personas las responsables de caer en este vicio.

Asimismo, el Consep señala que realizará intervenciones en los colegios con apoyo de la Jefatura Provincial Antinarcóticos, para informar a los estudiantes.

“Se ha detectado que el acceso a las drogas es muy fácil y común. En las fiestas y hasta en paseos de colegio se ofrece”, refiere Loor. Según la encuesta, la droga más ofrecida es la marihuana con un 17,3% de facilidad para el acceso, seguida por la cocaína con un 8,4%, la pasta base de coca con un 3,7% y otras sustancias.

“Se dice que la marihuana es la droga más ‘light’, que no genera tanta adicción y que alegra a las personas; por eso es más fácil acceder a este tipo de sustancia”, dice el Director de Prevención. Sin embargo, causa estragos.

El estudio reveló que casi la mitad de mujeres es también consumidora de algún tipo de droga. Por ejemplo, el 44% de consultadas fuma tabaco. De ellas, el 37% es consumidora asidua y el 8,7% recién inició su adicción.

Esta droga es la primera en ser consumida por la mujeres. Luego vienen el alcohol, los tranquilizantes y los estimulantes. Mientras que los hombres primero consumen alcohol, luego cigarrillos, inhalantes, marihuana, pasta base, cocaína, éxtasis...

Para Cózar, los padres son los principales responsables del control y apoyo a los jóvenes. “Deben saber en dónde están, con quién salen, a qué hora regresan...”.

Por ese hecho, Loor asegura que, frente a otros jóvenes, los hijos de padres divorciados o de hogares disfuncionales son más vulnerables a este tipo de vicios.


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