jueves, 28 de enero de 2010

Un 81% de los jóvenes es partidario de salir toda la noche los fines de semana

Una parte de los jóvenes madrileños necesita desmadrarse y le compensa los riesgos: intoxicaciones etílicas, accidentes de tráfico, enfermedades sexuales o embarazos; todo sea por obtener un momento de goce durante la semana. De los 1.200 jóvenes encuestados por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), un 81% es partidario de salir toda la noche, un 60% de pasarse de copas y un 35% está dispuesto a no usar preservativo. Dedican a la marcha la mayor parte del tiempo libre.

El estudio, Ocio (y riesgos) de los jóvenes madrileños, encargado por la Obra Social de Caja Madrid y en el que ha colaborado el Instituto de Adicciones del Ayuntamiento de Madrid, es un intento de calibrar los peligros a los que se exponen los jóvenes en el ocio nocturno y la conciencia que tienen de ellos. Ofrece una síntesis de conjunto de las respuestas de los jóvenes encuestados, entre 16 y 24 años. No desglosa por completo los resultados por edades ni por sexo.

"Nosotros pensamos que [salir de noche] es una forma de evadirnos", se lee en un extracto del informe sacado de conversaciones con jóvenes. "Tienes toda la semana clase y lo que apetece es pillarse un puntillo, emborracharse". "Es una rutina", sentencia otra voz. Casi el 70% de los encuestados se emborrachó al menos una vez en 2009. Un 45% fue en coche con un conductor bebido o drogado. Un 31% se peleó. Y un 26% no usó preservativo en relaciones con chicos o chicas que no eran su pareja.

Eusebio Mejías, psiquiatra y jefe de investigación de la FAD, juzgó ayer en la presentación del estudio que el equilibrio entre la prudencia y el sentido del riesgo se rompe en medio de la juerga: "La ambigüedad entre prudencia y aventura se resuelve en las circunstancias concretas de la noche, y es de suponer que los chicos se decantan por el riesgo".

La conciencia de lo que puede ocurrir no parece muy definida en la mente de los jóvenes. Un 56% deja clara su falta miedo ante estas prácticas: "No importa arriesgarse; al final, no pasa nada". Otro 28%, en este caso varones, sostiene que los peligros de las relaciones sexuales "son sólo para las chicas" (el documento facilitado ayer omite el dato femenino). Un 34% de los encuestados (hombres y mujeres) rechaza el uso del preservativo porque le "corta el rollo".

El estudio analiza la idea que tienen los padres del ocio de sus hijos, extraída de las opiniones vertidas en 11 grupos de discusión. La mayoría se alarma por lo que sucede en las noches de fiesta juvenil, pero se resigna a aceptar las consecuencias de la independencia de sus hijos.

Los jóvenes madrileños distinguen entre el ocio, ligado al placer nocturno, y el tiempo libre, que identifican con "actividades" con las que se debe cumplir, responsabilidades. Ahí encuadran la lectura (un 22% lee con frecuencia), viajar (un 16% lo hace a menudo) o visitar museos (un 6,8% los visita).

"Es el resultado de una sociedad de bienestar en la que falta autonomía y hay una necesidad acuciante de agarrarse al presente. Se busca la fractura con la vida cotidiana, algo que permita a los chicos cubrir sus expectativas sociales. Todo por no quedar fuera del grupo y convertirse en un friki", asegura Mejías.


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