Jóvenes con trayectorias intensas de drogadicción optan por esta arriesgada vía para acelerar y potenciar los efectos
Usuarios de drogas menores de treinta años y con una intensa trayectoria en el consumo de todo tipo de sustancias han comenzado a utilizar la conjuntiva del ojo como nueva vía de administración de alucinógenos, según han constatado técnicos de la Fundación para el Estudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias (FEPAD) en un trabajo de campo realizado este verano en once zonas de ocio de la Comunitat Valenciana
Esta nueva tendencia de consumo, que se ha detectado a través de la campaña Quioscos Salud 2009 de la Conselleria de Sanidad, se utiliza sobre todo con los alucinógenos: trippies (ácidos) y en especial con el famoso LSD (dietilamida de ácido lisérgico), que ha vuelto a poner de moda, según han informado a Levante-EMV técnicos de la FEPAD.
Las mismas fuentes destacaron que esta nueva vía de administración, "que no es un patrón de consumo mayoritario, pero sí preocupante por los riesgos que puede ocasionar", se ha observado en discotecas muy concretas (algunas de la antigua ruta del bacalao).
El procedimiento es introducir la porción del LSD sobre la conjuntiva del ojo. Se trata de un cartoncito impregnado con ácido lisérgico que comienza a disolverse al entrar en contacto con la mucosa ocular. Esta vía de administración acelera y potencia el efecto de la sustancia, según reconocieron los propios usuarios a los técnicos de la FEPAD.
El tiempo de permanencia del alucinógeno en la conjuntiva es de unos veinte minutos. "Los que lo hacen deberían saber que este nuevo patrón de consumo entraña riesgos para el ojo que pueden ser muy graves", apuntaron expertos en drogodependencias que agregaron que este nuevo consumo ocular lo observaron en tres grupos de jóvenes entre 26 y 27 años, todos ellos varones. "Son consumidores recreativos potentes de hace mucho tiempo, personas que han consumido mucho tipo de sustancias y en cantidad y que buscan una experiencia nueva", expresó un portavoz de la FEPAD que agregó que los testimonios recogidos en la campaña refieren que los efectos del alucinógeno a través de esta vía se manifiestan en la mitad del tiempo que por la inhalada o digerida.
Las encuestas de la Campaña Quioscos Salud 2009 de la conselleria revela que los consumos de todas estas sustancias se combinan con alcohol. El consumo de sustancias alucinógenas por vía ocular es un procedimiento con muy pocas referencias bibliográficas en el mundo. De hecho, los oftalmólogos apenas han oido hablar de él, aunque está claro que quienes lo utilizan saben que la conjuntiva del ojo es una de las mejores vías de absorción y difusión de medicamentos.
El presidente de la Sociedad Oftalmológica de la Comunidad Valenciana, Rafael Martínez-Costa, afirma que los fármacos que se inyectan o se administran por esta vía tienen un efecto más rápido porque evita el paso por el hígado, que es el gran laboratorio que ayuda al organismo a desintoxicar lo que entra en el sistema digestivo y que requiere un tiempo de procesado más lento.
Algunos efectos de este consumo puede ser la opacidad de la córnea, un órgano perfectamente transparente que puede perder la visión por una irritación continuada. Las once zonas donde se han establecido los Quioscos Salud 2009 de la campaña para descubrir las nuevas tendencias de consumo que han realizado conjuntamente la FEPAD, la Dirección General de Drogodependencias de la Conselleria de Sanidad y la ONG Controla Club han sido Cullera (noche de San Juan), Dénia (Bous a la Mar), discoteca Spook de Pinedo, Torrent (concierto La Oreja de Van Gogh), discoteca Pirámide Cabanes de Castelló (Summer Rave parking), la playa del Grau (fiesta de verano), Buda del Sol (Valencia), la discoteca Barraca (Perelló) y las fiestas municipales de Pedralba, Sot de Chera, Vilamarxant y Gestalgar.
Técnicos en drogodependencias entrevistaron a unos 1.500 jóvenes a los que también se les informó sobre los programas de reducción de daños.
En este trabajo de campo se descubrió que la cocaína ha sido desplazada por las anfetaminas como consecuencia de la crisis. Mientras que por un gramo de coca se pagan 50 euros, un gramo de cristal —un estimulante en auge desde hace dos años— cuesta unos 16 euros y una dosis de LSD o de éxtasis, de 6 a 8.
La campaña detectó patrones de policonsumo muy elaborados con alcohol, cocaína, ketamina y MDMA (éxtasis). Otro fenómeno que se ha observado es el pajareo que consiste en reunirse tras finalizar el ocio nocturno en casa de algunos amigos para seguir consumiendo drogas y alcohol.
viernes, 8 de enero de 2010
Se detecta en Valencia un nuevo y peligroso patrón de consumo de drogas a través de la conjuntiva del ojo
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