En la permanente preocupación por el consumo de drogas son muchas las voces que abogan por una buena información y prevención pero ¿qué programas de Reducción de Riesgos y de prevención estamos aplicando con el alcohol?
Muy pocos o ninguno, en realidad, en una sociedad como la nuestra con grandes empresa vitivinícolas y de la cerveza; lo que estamos haciendo es todo lo contrario. Como en cualquier sociedad aprovechamos todas las ocasiones que nos den oportunidad de una celebración: santos, aniversarios, bautizos, comuniones, despedidas de solteros bodas, comidas de empresas, etc. Y una celebración no la entendemos sin la presencia de alcohol, y en ellas nunca o casi nunca se consume de forma moderada, es más, en muchas ocasiones se invita a los menores a que lo prueben. La visión de sus mayores bebiendo sin moderación no es ningún ejemplo ejemplar. Antaño, y aun ahora, en alguna población rural a los niños se les da para merendar pan con vino y azúcar o una vaso de vino después de una toma de aceite de ricino o cualquier medicina con mal sabor.
En nuestro pías existe la tradición del consumo de bebidas alcohólicas para darnos el placer de una buena bebida, alternar con los amigos y de levantarnos el animo cuando estamos decaídos y las tradiciones son difíciles de erradicar pero fáciles de reconducir. La responsabilidad de los jóvenes está en las familias, después la escuela y los poderes públicos, es pues la familia la que debe de velar, en primer lugar, la formación de los jóvenes y procurar que su vida cotidiana los lleve a la prevención de los consumos irresponsables. No es nada aconsejable promocionar el consumo de alcohol en las celebraciones familiares, parece que sin alcohol no hay fiesta, alcohol si pero con moderación y procurando que no sea la estrella de la fiesta como lo viene siendo, debe de ser un complemento. Si a ello unimos una pauta de relación, entre padres e hijos, más laxa y permisiva que da a los jóvenes una mayor libertad, no siempre positiva, el peligro del consumo irresponsable está a la vuelta de la esquina.
Para muchos jóvenes salir de marcha a una fiesta o discoteca sin alcohol es impensable, provocando expresiones como: ¡Vaya fiesta aburrida!, ¡una fiesta sin alcohol es una mierda!, ¿esto es una fiesta o un entierro? La sociedad les ha acostumbrado a que sin alcohol no hay diversión, ¡menuda equivocación la de sus mayores! Para darse verdadera cuenta de que la prevención en el consumo abusivo de alcohol casi no existe veamos algunos datos de un estudio realizado por la Fepad (Fundación para el Estudio Prevención y Asistencia a las Drogodependencias) en estudiantes:
* El 75% de los amigos de los estudiantes encuestados se aburren en las fiestas cuando no se sirven bebidas alcohólicas.
* El 58% de los estudiantes encuestados se aburren en las fiestas y se marchan de ellas cuando no se sirven bebidas alcohólicas.
* el 83% de los estudiantes encuestados ingieren bebidas alcohólicas cuando hacen fiestas en su casa.
* El 77% de los estudiantes encuestados ha ingerido bebidas alcohólicas compartiendo con su familia
* Un 58% de los estudiantes ha ingerido bebidas alcohólicas porque algún miembro de la familia le ha ofrecido.
* Un 50% de los estudiantes ingieren bebidas alcohólicas para olvidarse de conflictos familiares.
Y en lo referido a información:
* El 83% no han tenido problemas por decir NO, cuando le ofrecen bebidas alcohólicas.
* El 75% no ha recibido información sobre las medidas de prevención del consumo de alcohol
* El 83% no ha recibido información acerca de las consecuencias que puede ocasionar el consumo de alcohol en el sistema cardiovascular.
* El 75% no han recibido información sobre la prevención del consumo de alcohol y las consecuencias que puede ocasionar el consumo de alcohol en el sistema gastrointestinal
* Un 68% no han recibido información sobre las consecuencias que puede ocasionar el consumo de alcohol en el sistema respiratorio.
* Un 67% no le han informado sobre los efectos que produce el consumo de bebidas alcohólicas y las consecuencias de la salud que ocasiona en el sistema neurológico.
Se desprende también de este informe que aunque la mayoría todavía tiene el control para aceptar o rechazar la oferta de bebidas alcohólicas, lo cual puede indicar que existe un factor protector, son vulnerables en su mayoría porque no poseen la información sobre las consecuencias.
A estas alturas con tanta preocupación sobre el consumo de drogas me parece una verdadera locura la dejadez que existe en la información y prevención de los consumos abusivos del alcohol y prueba de ello son los numerosos "botellones" que sin cesar se celebran en todo el ámbito nacional.
Las familias y los jóvenes tienen que tener presente que una fiesta sin alcohol también puede ser fiesta y que para reírse y divertirse no hace falta estar bebido.
Si no sabemos informar y formar a la juventud sobre el consumo de alcohol ¿como vamos a hacerlo con las demás drogas?
jueves, 8 de julio de 2010
¿Funciona la prevención en el consumo de alcohol?
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