miércoles, 4 de noviembre de 2009

«Nuestros datos sobre el consumo de droga son muy exactos»

Una investigadora del CSIC explica el método usado para afirmar que en Miranda hay consumos de cocaína de hasta 567 dosis al día
Calcular de manera exacta el consumo de droga en una población es complicado, pero los avances permiten emplear nuevas herramientas que garantizan un acercamiento muy próximo. Es lo que ha hecho un grupo de investigación dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en concreto del Instituto de Investigaciones Químicas y Ambientales de Barcelona.

Allí, el área de Química Medioambiental ha concluido un proyecto para examinar -entre otros contaminantes- la cantidad de diferentes drogas que van a parar a las depuradoras de ciudades de la cuenca del Ebro, y el resultado vuelve a poner a Miranda en lo alto, aunque detrás de Zaragoza, del consumo de cocaína.

Así, se afirma que en la ciudad hay picos de consumo de hasta 567 dosis al día, según el estudio que refleja que son 21 dosis por cada 1.000 habitantes (calculando los de edades entre 16 y 64 años). Un segundo lugar que Miranda ocupa delante de otras poblaciones de la cuenca como Logroño (14 dosis por cada 1.000 habitantes), Pamplona (15 dosis), Tudela (16 dosis), Lérida (18 dosis) y Tortosa (19 dosis), además de Zaragoza, en cabeza con 31 dosis por cada 1.000 habitantes.

Desde el grupo de investigación una de las autoras del estudio explica que la metodología empleada es muy válida, y por lo tanto así son los datos. «Se hace con los datos del número de habitantes a los que da servicio la depuradora, el caudal de agua que trata la planta y los índices de excreción de la droga en la orina», expone Mirem López de Alda.

Por ello afirma que mientras otros estudios tienen como base encuestas a la población, estadísticas médica y datos policiales, el que CSIC ha aplicado a la cuenca del Ebro recoge los datos de las aguas que a través de la red municipal de residuales llegan hasta la depuradora de Arce. «Se trata de un método bastante exacto», defiende, e incluye que el hecho de que sus datos no difieran en exceso de los que de manera oficial se hacen con otros métodos avala más el estudio.

Además explica que con este sistema «se analiza el agua residual de una población concreta», con lo que se pueden afinar más los resultados. La investigadora comenta que en el análisis de la cocaína los datos son más fiables si cabe: «El cannabis y la heroína se metabolizan mucho, y al final en la orina queda un porcentaje pequeño, en cocaína no se metaboliza tanto, por lo que los resultados se pueden considerar más exactos y muy próximos a los reales», asegura López de Alda.

Preguntada por las razones por las que otros estudios difieren y reducen o exageran los datos de cocaína en las aguas (de hecho el (Ayuntamiento encargó uno que desmentía cualquier resto), la investigadora es clara: «Cualquier método analítico tiene un margen de error, hasta la glucosa en sangre, pero que se ha consumido droga en Miranda eso no tiene vuelta atrás, lo que ocurre es que la metodología analítica que tenemos es puntera y sofisticada, lo que permite detectar niveles muy bajos de las drogas en agua, otras metodologías quizás no han sido tan sensibles y pueden no llegar a ver estas concentraciones».

Tras la cocaína, los datos dicen que en Miranda se consumen 8 dosis por cada mil habitantes de anfetamina, una de heroína y 0,1 de éxtasis.

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