lunes, 28 de septiembre de 2009

Software para adictos a la cocaína

Un modelo de software muestra los mecanismos internos del cerebro adicto a la cocaína

Estudiantes de doctorado de la Universidad de Missouri han creado una serie de modelos del cerebro, y los han utilizado para estudiar los efectos del consumo de cocaína sobre la química y la estructura del cerebro. Con esta tecnología pueden ver el funcionamiento detallado de los procesos cerebrales involucrados. La finalidad es comprender mejor cómo se producen los daños cerebrales observados en pacientes reales, y qué mecanismos nos pueden permitir evitarlos en el futuro.

Todos sabemos que la drogas, sobre todo si se consumen habitualmente, producen efectos nocivos para la salud. Pocos se sorprendían hace unas semanas del descubrimiento por parte de un equipo de investigadores de la Universitat Pompeu Fabra de la relación directa entre el consumo de cannabis y la pérdida de memoria.

Los avances en los estudios sobre los efectos de las drogas son muy útiles para la educación de la población, derrumbando mitos estúpidos que se crean en los ambientes de consumo. Pero también son muy útiles para el desarrollo de métodos de curación de los destrozos provocados por el consumo, o para poder hacer un uso médico real de esas sustancias en otros campos.

Viendo cómo se producen los daños en cerebros artificiales

Ahora unos investigadores de la Universidad de Missouri, Ashwin Mohan y Sandeep Pendyam, estudiantes de doctorado del departamento de Ingeniería Eléctrica y Computacional, han publicado un trabajo del que informa la citada universidad en un comunicado. Según se explica en este comunicado, estos investigadores han creado unos modelos informáticos del cerebro humano capaces de simular muchos de los procesos que intervienen cuando se consume cocaína. De esta manera pueden ver en directo no sólo los efectos del consumo de esta droga, visibles en pacientes reales, sino cómo funcionan los procesos que terminan produciendo esos efectos.

Gracias a estos modelos informáticos han visto cómo en el cerebro de un adicto produce glutamato en exceso en el centro neurológico del placer. El glutamato es el neurotransmisor excitatorio por excelencia de la corteza cerebral humana, y su presencia regula la actividad neuronal. Ese exceso de glutamato en el centro del placer provoca que los mecanismos del cerebro no puedan autoregularse como harían en un cerebro normal, y se producen daños permanentes en la estructura cerebral.

"El objetivo a largo plazo de nuestra investigación es averiguar cómo trabajan los mecanismos internos de un cerebro adicto," dice Mohan "y el uso de estos modelos nos ha ayudado a encontrar información clave acerca del cerebro adicto que no hemos podido tener durante dos décadas de estudio de las adicciones a la cocaína."

Destruyendo mitos

Un mito popular alrededor de esta droga, y otras muchas, dice que no se producen daños cerebrales a no ser que se consuma en grandes cantidades, y que con un consumo reducido tan sólo se producen modificaciones temporales de la conducta. De hecho, los resultados de la investigación muestran que se produce daño cerebral permanente desde el primer momento. Se producen cambios físicos en la organización estructural del cerebro que dependen de, entre otras cosas, la cantidad y frecuencia del consumo, pero se producen desde que la droga empieza a hacer efecto la primera vez. Y no sólo eso, muestran también con detalle cómo se producen. Otro mito destruido.

Que se pueda estudiar el detalle de los procesos involucrados en el daño cerebral abre la puerta al posible tratamiento de los daños producidos, o incluso a la posible prevención. Pero también se abre la posibilidad de usar técnicas de software similares en otros campos. Estos modelos cerebrales son muy específicos, y no son en absoluto modelos completos del cerebro. Aún habrá que esperar para disponer de tales modelos informáticos. En cualquier caso, el hecho de poder disponer de modelos de software del cerebro humano, aunque sean parciales, revolucionará muchos campos de la medicina que ahora por razones evidentes no pueden experimentar con cerebros en funcionamiento.

Educación científica: las drogas producen daños

Según el último informe encargado por el gobierno en 2008, la cocaína es, tras el cannabis, la droga ilegal más consumida en el conjunto de la Unión Europea, concentrándose su consumo en los adultos jóvenes (15 a 34 años). Alrededor de 7,5 millones de jóvenes adultos europeos (una media de 5,3%) han probado la cocaína alguna vez en su vida, y cinco países muestran cifras superiores al 5% (Alemania, Italia, Dinamarca, España y el Reino Unido). Como en el resto del mundo, la ingente cantidad de dinero que mueve el mercado negro impide una acción efectiva desde medios políticos o policiales.

Diversos planes de acción lanzados por el gobierno intentan, con campañas en televisión y en la red, romper los glamurosos mitos que rodean el consumo de cocaína. Las autoridades saben que la única manera de reducir de manera importante el consumo de drogas a largo plazo es la educación de la población. Los resultados científicos detallados pueden ser de gran ayuda en esa tarea si relacionan directamente el consumo de drogas con los daños que produce.

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